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Los bancos tradicionales resisten el desafío de las Fintech. análisis leanus

el 4% de las empresas italianas absorben más de la mitad de la deuda bancaria; los bancos tradicionales presiden el mercado de las medianas y grandes empresas e intervienen selectivamente en las pequeñas y microempresas. Las fintech están luchando por establecerse en el mercado crediticio de las empresas italianas. Las causas

Los últimos años se han caracterizado por la entrada en el mercado de nuevas realidades que, al menos según las declaraciones iniciales, iban a dar un vuelco a los procedimientos de acceso al crédito en el segmento de empresas; los nuevos jugadores, aprovechando las tecnologías y seguros de poder hacerlo mejor que el sistema tradicional, habrían socavado así a los bancos tradicionales, demasiado lentos para adaptarse al cambio y destinados a ser superados en poco tiempo por las fintech.

Procesos rápidos de onboarding, uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático, algoritmos predictivos, son solo algunos de los ingredientes que deberían haber atraído a los emprendedores a abandonar la rama tradicional en favor de nuevos operadores.

Hasta la fecha, los resultados y el epílogo de algunas de estas realidades muestran que el sistema tradicional no solo no se ve amenazado por la entrada de nuevos jugadores sino que casi parece no haberlo notado realmente. Las causas son muchas y ciertamente incluyen la situación económica, las tendencias de las tasas de interés, la complejidad regulatoria y mucho más.

Un elemento que parece explicar mejor que otros las razones de la fallida transformación del proceso de acceso al crédito y que quizás ha sido pasado por alto por los nuevos operadores está representado por las peculiares características del sistema empresarial italiano y por la extrema complejidad que caracteriza al crédito. procesos. Incluso las fintech están sujetas a las complejidades que caracterizan al sistema tradicional; para desembolsar el crédito son necesarios ajustes a la normativa, inversiones en infraestructura, habilidades distintivas, conocimiento del mercado, red comercial y otros elementos diversos que solo pueden optimizarse parcialmente mediante el uso de la tecnología.

Para Milano Finanza, Leanus analizó los estados financieros completos de 153.000 empresas italianas divididas por categoría de ingresos y los de 3.938 estados financieros consolidados. En particular, en el período 2020-2021, Leanus descubrió que los montos totales adeudados a los bancos registrados en el balance general aumentaron en alrededor de 16 mil millones de euros, pasando de 453 a 469 mil millones. Aunque se trata de un aumento neto, es interesante notar que a empresas entre 500K y 2M€ se les asignó algo menos de 2Bn frente a los 12 millones asignados a empresas con ingresos superiores a 50 millones de Euros. El saldo del segmento de 2-10 millones es incluso negativo.
Teniendo en cuenta que las empresas con ingresos superiores a 50 millones de euros representan el 4% del total, está claro que poco menos de 7000 empresas italianas han absorbido la práctica totalidad de la deuda desembolsada por el sistema bancario; para las 112.000 restantes analizadas el incremento fue negativo o igual a poco más de 25.000 euros por empresa.

Si tenemos en cuenta que el segmento de las grandes empresas está fuertemente controlado por grandes grupos bancarios que sin duda son capaces de dar una cobertura completa a las complejas necesidades de este segmento (transacciones con el exterior, cobertura de riesgos, inversiones complejas, etc.), los nuevos jugadores sólo tendrían dedicarse al segmento de pequeñas y microempresas potencialmente y numéricamente lo suficientemente grande como para poder justificar su presencia en el mercado.

Sin embargo, el gran número del target y la efectiva engorrosidad del sistema tradicional han hecho menos evidentes algunos elementos que probablemente llevaron a la quiebra, al menos hasta la fecha, a la mayoría de los nuevos operadores italianos. Las principales causas

Dificultad para alcanzar la masa crítica. Las fintech tienen que competir con los bancos tradicionales que tienen una base de clientes establecida y una gran red de sucursales. Esto dificulta que las fintech alcancen la masa crítica de clientes necesaria para ser rentables. Los canales online B2B relacionados con servicios avanzados sin un soporte comercial tradicional adecuado son insuficientes.

Problemas de financiación. Las fintech necesitan una financiación adecuada para desarrollar sus negocios y competir con los bancos tradicionales reduciendo el precio al cliente final. Además, sus actividades requieren importantes inversiones en tecnología, marketing y cumplimiento normativo (las fintech deben cumplir con los mismos estándares que los bancos tradicionales) lo que dificulta alcanzar el punto de equilibrio y el reembolso.

Dificultad para ofrecer productos diferenciados. las fintechs a menudo se enfocan en servicios financieros específicos (factura anticipada, financiamiento garantizado); incluso las pequeñas empresas y las microempresas requieren servicios diversificados capaces de cubrir las necesidades financieras generales.

Modelo de evaluación crediticia con sesgo tecnológico. El proceso de evaluación de una pequeña o microempresa tiene un grado de complejidad similar al de empresas más grandes. El marco regulatorio también prevé la capacidad de analizar datos de tendencias, procesar proyecciones, recopilar información cualitativa, evaluar y decidir. La tecnología puede ayudar pero el factor humano sigue siendo el elemento distintivo

Bajo conocimiento de la zona. La evaluación de la solvencia, y los pequeños bancos territoriales son un ejemplo, se basa en la construcción de una relación de mediano plazo, en el conocimiento histórico de las contrapartes y de los actores involucrados; la ausencia de una presencia generalizada en todo el país los expone a riesgos de contraparte mucho más altos que los de los bancos locales tradicionales

Selección adversa. Los negocios dignos de asistencia financiera tienen una amplia gama de oportunidades ofrecidas por los innumerables operadores financieros y de seguros y generalmente son monitoreados y asistidos en 360 grados por ellos. La búsqueda activa de nueva financiación a través de canales alternativos suele esconder perfiles de negocio que ya han sido rechazados por el sistema tradicional y por tanto son mucho más arriesgados.

En resumen, los datos parecen confirmar que si bien existe un amplio margen para mejorar los procesos de crédito mediante la introducción progresiva de nuevos métodos y métodos de servicio, seguirán siendo los bancos y los operadores tradicionales quienes supervisarán la actividad de desembolso de crédito de manera sostenible, centrándose en en un modelo de servicio y relación con el cliente a medio-largo plazo. Para las fintechs, todavía existe una gran oportunidad de ayudar a los operadores bancarios a mejorar sus procesos, en la mayoría de los casos todavía basados ​​en metodologías que han quedado obsoletas durante años.

El análisis de algunos bancos pequeños considerados sólidos por Altro Consumo

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